Prohibido

Anoche soñé contigo, amor, yo te soñé
y nos fundimos en besos, de eternidad,
nos devoramos en celo, fue de verdad,
fue tan hermoso y bello: que no pequé.

Eso fue amor divino, no lo dudé,
y fundí mi pasión, a cuerpo entero,
conseguimos así, algo tan bello,
y gozamos a pleno, en cuerpo y miel.

Fue la pasión soñada, tan deseada,
que en mi sueño no pude, estar presente
mas noté ya en la cama, toda mojada,
el sudor que de fuego, salió de mi cuerpo valiente.
No lo digas jamás, calla, pues siempre tiemblo,
ni dudes si fue verdad, que sólo fue un lindo sueño.

Anoche soñé contigo, amor, yo te soñé,
que estabas al lado mío,
y así no sentí el vacío
que me hace entristecer.

Si me rebelo a mi mente,
y persigo la utopía:
yo maldigo mi presente,
pues te quiero, vida mía.

Soñarte así, fue un posible,
mas muy duro el despertar
y comprobar que los sueños,
no aprendieron realidad,
no fueron a tu colegio:
¡ no saben mas que soñar ¡

¿Razones buenas? no puedo darte,
que ajusticien mi pasión,
pues no hallará tal perdón
quien no se arrepiente de amarte.

¿Que no me darás tus labios?,
¿ni de tu boca el calor?
Jamás me niegues amor,
No podría con tales agravios.

No dudes más, vida mía,
que no seré yo jamás
mal dañino o de porfía.
Tan solo te quiero amar;
-pobre mujer humilde que confía-
poderte algún día alcanzar.

(Publicado originalmente como comentario en el blog de Polonius)