Bueno, bueno, bueno...poco más que añadir, queridísima mía. Siempre tuve muy claro que el amor y la libertad, si no son compatibles, mal asunto. Muy mal asunto.
Por el amor, por la libertad, por los besos libres...
Si bien es verdad que no se puede obligar a nadie a amar, también es cierto que hay que luchar por lo que se quiere. Porque a veces dejar ir es una postura demasiado cómoda.
Eres valiente, mucho. El amor es libre y no se controla, nace. Que nadie te diga que tomaste la decisión fácil, y ten presente que el tiempo cura todas las heridas, y que las heridas de las buenas personas tardan menos tiempo en curarse, así que no sufras =). Te lo dice alguien que se ha visto en tu misma situación, y que ha visto la otra cara de la moneda. Te lo dice alguien que hasta hace dos días, no sabía amar. El amor nunca nunca jamás, repito, NUNCA se va. Crece o mengua, pero no desaparece.
Sin embargo, solo creo en el amor egoísta. Cuanto más ame a alguien, más para mí lo querré, en exclusividad. Dejar marchar por amor suena muy bonito, pero cuando el objeto de tu amor es todo, dejar marchar es sencillamente inviable.
Lo que voy a poner puede que sea o no, ultimamente la neurona que trabaja está de vacaciones. Podría contarte cosas sobre esa frase, pero quedaría totalmente fuera de tema. No sé cómo estás ahora en tu vida personal, puesto que apenas hablamos si no es por entradas que leemos en nuestros blogs, o como mucho del facebook.. pero que sepas que si te apetece charlar de cualquier cosa, puedes mandarme un mensaje privado por facebook mismo, mi e-mail si lo quieres e incluso hasta mi teléfono para que nos llamemos.... Y para poner algo útil, si te apetece hablar ya sabes dónde encontrarme. Estaré para lo que quieras y necesites. Muchos besos, amiga :***
No existe mayor prueba de amor que la renuncia. Si conviene, acaba volviendo. Si no lo hace es porque algo mucho mejor anda esperándonos. Sin embargo, como tenemos miedo, tendemos a aferrarnos.
Eso no significa que uno deje de luchar por aquello que ama, pero no se puede obligar a amar.
alma, la retirada en realidad es una cobardía, pero es una elección, por desgracia, como otra cualquiera, simplemente es una de la que uno no se enorgullece. Besos.
Óscar, renunciar significa... al menos para mí, rendirse. Pero no rendirse porque sí, sino rendirse ante lo evidente, ante lo que nos es sistemáticamente negado por la realidad, por los sentimientos que albergamos y no podemos compatibilizar, con esos otros que siguen estando ahí a pesar de la aparición de otros nuevos. Es una decisión, terrible, dolorosa pero a veces, necesaria. Te daría la razón de que es cómoda, pero lo cierto es que no lo es... Ojalá lo fuera... Un abrazo.
Juan Carlos, efectivamente, los sentimientos entienden poco de razones, ya lo hemos hablado alguna vez. Por eso a veces hay que tomar decisiones independientemente de ellos, porque a veces la ambivalencia de sentimientos nos impide tomar una acción, que si no es la correcta, al menos es alguna con la que podamos seguir adelante. No se puede vivir atormentado por no poder complacer a todos los sentimientos a la vez. Un abrazo.
Gracias Nabil, me siento cualquier cosa menos valiente, pero al menos siento que estoy haciendo algo para recuperar mi vida e intentar seguir siendo feliz, como lo era hasta hace muy poco y es que aún no se ha inventado la forma de vivir dos vidas en un mismo instante. Mientras no sea así, habrá que elegir. Besos.
X, sí, dejar marchar al amor de tu vida, es como querer morir lentamente, un suicidio del corazón y la mente, pero ese amor tiene que querer quedarse...se puede suplicar, escribir, rogar, implorar, llorar, hacerle saber lo que se siente, recordarle los buenos momentos, recordarle que los sentimientos no se han ido, que están ahí, pero aún así, esa persona sigue teniendo derecho a irse y elegir su vida. Duele, y tanto que duele....Siempre que hay una renuncia y un abandono, siempre hay algo de egoísmo, alguien sufre siempre con las despedidas.
Zambullida, gracias. Yo también opino que si en algún momento, tiene que ser, será. La renuncia no es sin haber hecho nada, es habiendo intentado todo y no conseguir salir adelante. La renuncia es pura supervivencia, mental y emocional, cuando además, ya llega un punto en que se convierte en dolor físico. Y sí, a veces nos aferramos a alguien, a un amor, por temor de no volver a sentir algo así, de no poder sobrevivir a tanto dolor, pero se sobrevive y se termina volviendo a amar aunque a veces se tarde más de lo que uno espera o desea. Gracias. Besos.
Siempre se sobrevive, dices bien, pero si se tarda en volver a amar es porque se necesita un período de duelo para que las heridas cicatricen bien; de lo contrario, se abrirían a cada rato, y amar sería siempre doloroso. Tómate el tiempo que necesites y dedícatelo a ti misma. Un abrazo.
Kymy, es una preciosa esperanza ciertamente... pero y mientras?? Es jodido el tema, muy jodido...pero hay muchas variables que hacen la ecuación bastante complicada.
'Possi', cierto es guapa.. hay muchas variables, la cosa es.. quién está dispuesto a soportar tanto doloro, sabiendo que puede no obtener el beneficio del regreso? Alguien fuerte?
Bueno, bueno, bueno...poco más que añadir, queridísima mía. Siempre tuve muy claro que el amor y la libertad, si no son compatibles, mal asunto. Muy mal asunto.
ResponderEliminarPor el amor, por la libertad, por los besos libres...
Totalmente de acuerdo. No se puede "obligar" a querer... Mejor retirarse.
ResponderEliminarUn beso!
amar la libertad por encima de todas las cosas...
ResponderEliminarSi bien es verdad que no se puede obligar a nadie a amar, también es cierto que hay que luchar por lo que se quiere. Porque a veces dejar ir es una postura demasiado cómoda.
ResponderEliminarSaludos, Lisset.
Por desgracia, los sentimientos no suelen dejarse convencer con buenos argumentos.
ResponderEliminarSaludos.
Eres valiente, mucho. El amor es libre y no se controla, nace. Que nadie te diga que tomaste la decisión fácil, y ten presente que el tiempo cura todas las heridas, y que las heridas de las buenas personas tardan menos tiempo en curarse, así que no sufras =). Te lo dice alguien que se ha visto en tu misma situación, y que ha visto la otra cara de la moneda. Te lo dice alguien que hasta hace dos días, no sabía amar. El amor nunca nunca jamás, repito, NUNCA se va. Crece o mengua, pero no desaparece.
ResponderEliminarSin embargo, solo creo en el amor egoísta. Cuanto más ame a alguien, más para mí lo querré, en exclusividad. Dejar marchar por amor suena muy bonito, pero cuando el objeto de tu amor es todo, dejar marchar es sencillamente inviable.
ResponderEliminarLo que voy a poner puede que sea o no, ultimamente la neurona que trabaja está de vacaciones. Podría contarte cosas sobre esa frase, pero quedaría totalmente fuera de tema. No sé cómo estás ahora en tu vida personal, puesto que apenas hablamos si no es por entradas que leemos en nuestros blogs, o como mucho del facebook.. pero que sepas que si te apetece charlar de cualquier cosa, puedes mandarme un mensaje privado por facebook mismo, mi e-mail si lo quieres e incluso hasta mi teléfono para que nos llamemos....
ResponderEliminarY para poner algo útil, si te apetece hablar ya sabes dónde encontrarme. Estaré para lo que quieras y necesites.
Muchos besos, amiga :***
No existe mayor prueba de amor que la renuncia. Si conviene, acaba volviendo. Si no lo hace es porque algo mucho mejor anda esperándonos. Sin embargo, como tenemos miedo, tendemos a aferrarnos.
ResponderEliminarEso no significa que uno deje de luchar por aquello que ama, pero no se puede obligar a amar.
Preciosa canción, Lisset.
Nunca la ame tanto como cuando la deje marchar, dice Benjamin Prado (uno de mis poetas de cabecera).
ResponderEliminarDejar marchar (aunque duele) sirve tambien para abrirnos las puertas a nosotros mismos.
La convivencia obligada acaba en naufragio siempre.
¡¡Que tus sueños sean de vida!!
Juanma, sí, el amor siempre debe ser libre, pena que para amar así, a veces uno de los dos tenga que sufrir, tenga que perder...
ResponderEliminaralma, la retirada en realidad es una cobardía, pero es una elección, por desgracia, como otra cualquiera, simplemente es una de la que uno no se enorgullece. Besos.
ResponderEliminarAntonio, sí, libertad de elección, sobre todas las cosas...
ResponderEliminarÓscar, renunciar significa... al menos para mí, rendirse. Pero no rendirse porque sí, sino rendirse ante lo evidente, ante lo que nos es sistemáticamente negado por la realidad, por los sentimientos que albergamos y no podemos compatibilizar, con esos otros que siguen estando ahí a pesar de la aparición de otros nuevos. Es una decisión, terrible, dolorosa pero a veces, necesaria. Te daría la razón de que es cómoda, pero lo cierto es que no lo es... Ojalá lo fuera... Un abrazo.
ResponderEliminarJuan Carlos, efectivamente, los sentimientos entienden poco de razones, ya lo hemos hablado alguna vez. Por eso a veces hay que tomar decisiones independientemente de ellos, porque a veces la ambivalencia de sentimientos nos impide tomar una acción, que si no es la correcta, al menos es alguna con la que podamos seguir adelante. No se puede vivir atormentado por no poder complacer a todos los sentimientos a la vez. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Nabil, me siento cualquier cosa menos valiente, pero al menos siento que estoy haciendo algo para recuperar mi vida e intentar seguir siendo feliz, como lo era hasta hace muy poco y es que aún no se ha inventado la forma de vivir dos vidas en un mismo instante. Mientras no sea así, habrá que elegir. Besos.
ResponderEliminarX, sí, dejar marchar al amor de tu vida, es como querer morir lentamente, un suicidio del corazón y la mente, pero ese amor tiene que querer quedarse...se puede suplicar, escribir, rogar, implorar, llorar, hacerle saber lo que se siente, recordarle los buenos momentos, recordarle que los sentimientos no se han ido, que están ahí, pero aún así, esa persona sigue teniendo derecho a irse y elegir su vida. Duele, y tanto que duele....Siempre que hay una renuncia y un abandono, siempre hay algo de egoísmo, alguien sufre siempre con las despedidas.
ResponderEliminarGracias Kymy, por el ofrecimiento, lo tomo muy en cuenta y lo llevo aquí conmigo. Gracias, preciosa :**
ResponderEliminarZambullida, gracias. Yo también opino que si en algún momento, tiene que ser, será. La renuncia no es sin haber hecho nada, es habiendo intentado todo y no conseguir salir adelante. La renuncia es pura supervivencia, mental y emocional, cuando además, ya llega un punto en que se convierte en dolor físico. Y sí, a veces nos aferramos a alguien, a un amor, por temor de no volver a sentir algo así, de no poder sobrevivir a tanto dolor, pero se sobrevive y se termina volviendo a amar aunque a veces se tarde más de lo que uno espera o desea. Gracias. Besos.
ResponderEliminarGracias Jorge, abriré puertas y ventanas... veremos qué sale y qué entra por ellas. Un abrazo.
ResponderEliminarSiempre se sobrevive, dices bien, pero si se tarda en volver a amar es porque se necesita un período de duelo para que las heridas cicatricen bien; de lo contrario, se abrirían a cada rato, y amar sería siempre doloroso. Tómate el tiempo que necesites y dedícatelo a ti misma. Un abrazo.
ResponderEliminarZambullida, a día de hoy, sigo aquí... gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarNo podría dejar marchar a alguien a quien amo, ni aunque me lo pidiera...
ResponderEliminarImposible!
Alguien que conozco pasó por eso, y con el tiempo su 'amor' regresó hacía él.
ResponderEliminarDanygirl... ¿Y si esa persona no puede quedarse? Creo que no se puede obligar a nadie a hacer algo que no quiere o no puede... :(
ResponderEliminarKymy, es una preciosa esperanza ciertamente... pero y mientras?? Es jodido el tema, muy jodido...pero hay muchas variables que hacen la ecuación bastante complicada.
ResponderEliminar'Possi', cierto es guapa.. hay muchas variables, la cosa es.. quién está dispuesto a soportar tanto doloro, sabiendo que puede no obtener el beneficio del regreso?
ResponderEliminarAlguien fuerte?