Entre suspiros escucho
Los débiles latidos de mi corazón,
Y voy sintiendo, que ya no queda mucho
Para que yo pierda la razón.
He luchado en vano
Por borrar tu huella en mí,
Pero me coges de la mano
Y siempre vuelvo a ti.
Necesito que me dejes,
Que no me robes el sueño,
Que no te quedes,
Que no intentes ser mi dueño.
Necesito respirar sin este miedo
A dejar de hacerlo en cualquier momento,
Y vivir, sin recordar que sin ti, quedo,
Sólo por no liberar este sentimiento.
Los débiles latidos de mi corazón,
Y voy sintiendo, que ya no queda mucho
Para que yo pierda la razón.
He luchado en vano
Por borrar tu huella en mí,
Pero me coges de la mano
Y siempre vuelvo a ti.
Necesito que me dejes,
Que no me robes el sueño,
Que no te quedes,
Que no intentes ser mi dueño.
Necesito respirar sin este miedo
A dejar de hacerlo en cualquier momento,
Y vivir, sin recordar que sin ti, quedo,
Sólo por no liberar este sentimiento.
Y llegará... y no habitarás el miedo. Y recordarás sin duelo. Y nada estará perdido; ni tu sentido, ni tu sentimiento. Reposado el recuerdo, serás libre. Y nada se sentirá perdido... nada.
ResponderEliminarUn abrazo de sábado. Hoy llueve.
Ana, gracias por la ventana abierta que me regalas, como siempre haces. Hoy también llueve, en mi ciudad y en mi rostro, pero saldrá el sol pronto... Un abrazo.
ResponderEliminarBonita foto de ojos caídos... lástima que solo se intuya...
ResponderEliminar¿Y merece la pena retenerlo?
ResponderEliminarAnimo y que salga el sol, principalmente en tu rostro.
Un beso
Esa es una buena pregunta, Rafael :) Me la haré con detenimiento a ver qué me contesto. Besos.
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