Te digo adiós, y acaso te quiero todavía.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste… No sé si te quería…
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
Me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho… no sé si te amé poco;
Pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
Y el corazón me dice que no te olvidaré;
Pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
Tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
Mi más hermoso sueño muere dentro de mí…
Pero te digo adiós, para toda la vida,
Aunque toda la vida siga pensando en ti.
Quizá no he de olvidarte, pero te digo adiós.
No sé si me quisiste… No sé si te quería…
O tal vez nos quisimos demasiado los dos.
Este cariño triste, y apasionado, y loco,
Me lo sembré en el alma para quererte a ti.
No sé si te amé mucho… no sé si te amé poco;
Pero sí sé que nunca volveré a amar así.
Me queda tu sonrisa dormida en mi recuerdo,
Y el corazón me dice que no te olvidaré;
Pero, al quedarme solo, sabiendo que te pierdo,
Tal vez empiezo a amarte como jamás te amé.
Te digo adiós, y acaso, con esta despedida,
Mi más hermoso sueño muere dentro de mí…
Pero te digo adiós, para toda la vida,
Aunque toda la vida siga pensando en ti.
Cuba, 1910 - 1982
A veces las despedidas...
ResponderEliminar... mucho ánimo. Un abrazo.
Las despedidas, no tienen arreglo, para mi, son siempre tristes. Despedirse es un acto de renuncia, siempre se renuncia a algo con ellas, ya sea a un amor, a una amistad, a un futuro o a un pasado, pero siempre serán tristes.
ResponderEliminarSiempre... siempre lo son.
ResponderEliminar:)