No me importas, RAZÓN, ni la suya, ni la mía,
lo mío, sólo es corazón, que sueña altivo
y te maldice, cual presa en vilo,
que alivio desea hallar, incluso perder la vida.
¿Se engaña el corazón?, o es cobardía,
que se concede a RAZÓN por darle alivio
si así te sientes mejor, valga el destino,
mas no me obligues RAZÓN, ni aunque lo pida.
Se confunde así mi mal, mi cruel destino,
labrado solo en amor, no en garantías
que RAZÓN pide, pues así sea, “acto mezquino”.
Sólo la naturaleza en este mundo puede dar y quitar vida,
Tú, RAZÓN, sólo eres un juez que a muerte me condena.
Le llevo en mi corazón, lo sabes, y eso me alivia.
Su corazón, espero, sabrá si estuve ahí, un día…
lo mío, sólo es corazón, que sueña altivo
y te maldice, cual presa en vilo,
que alivio desea hallar, incluso perder la vida.
¿Se engaña el corazón?, o es cobardía,
que se concede a RAZÓN por darle alivio
si así te sientes mejor, valga el destino,
mas no me obligues RAZÓN, ni aunque lo pida.
Se confunde así mi mal, mi cruel destino,
labrado solo en amor, no en garantías
que RAZÓN pide, pues así sea, “acto mezquino”.
Sólo la naturaleza en este mundo puede dar y quitar vida,
Tú, RAZÓN, sólo eres un juez que a muerte me condena.
Le llevo en mi corazón, lo sabes, y eso me alivia.
Su corazón, espero, sabrá si estuve ahí, un día…
Es curioso no? cuando te dicen eso de "Sigue lo que te dicte tu corazón".. Pero sin pensar qué puede ser?
ResponderEliminarRazón o corazón? -> estamos igual, tampoco sabría qué y cuándo ganaría cada cosa sin mezclarla con la otra.
Sí, maldita, desgraciada y mezquina... y tantas veces sin razón...
ResponderEliminarYo creo que suelen andar un poco desencontrados... pero entre sus tiras y aflojas... al final se encuentran. Tiempo al tiempo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola paisana.
ResponderEliminarEso es así siempre. Desde que nacemos nos van diciendo lo que tenemos que hacer, lo que está bien y lo que está mal y eso nos convierte en seres domesticados. Nos arrebatan nuestra esencia, que al no poder manifestarse se retira a su refugio en el interior.
Así, de esa forma, vamos viviendo una vida que no es la nuestra, sino la de los demás. Se necesita mucho valor y sobre todo mucho trabajo para sacar al exterior nuestra esencia y armonizar la razón con los sentimientos.
Sólo si logramos conseguir eso, podremos considerarnos una persona completa y no como dice la canción de Camilo Sesto, siempre me traiciona la razón y me domina el corazón, o viceversa en otros casos.
Un abrazo.
Kymy, dar ese consejo es fácil, lo difícil es seguirlo siempre sin pensar en las consecuencias :) Así que la pregunta ahí nos queda :) para la próxima elección.
ResponderEliminarAnónimo, es inevitable odiar siempre un poco a la RAZÓN, casi siempre trae malas noticias, casi siempre quiere recordarnos, que no sólo de sentimientos se vive sino del razonamiento, pero realmente..¿Quién quiere que se lo recuerden..?
ResponderEliminarAna, sí, tiempo al tiempo :) Un abrazo.
ResponderEliminarHola Jose, paisano mío, tú siempre tan lleno de sabiduría. Supongo que sí que requiere gran esfuerzo encontrar un equilibrio, pero para encontrar ese equilibro, esa armonía, me sigue pareciendo que no se le puede dar gusto siempre al corazón, que suele ser tan voluble y caprichoso, sino que también hay que escuchar la voz de la razón de vez en cuando :) No lo sé, ciertamente es que no lo sé, por eso sigo preguntándomelo :) Un abrazo.
ResponderEliminarSi es que la razón no debería meterse en asuntos del corazón, y viceversa. Son como el gobierno y la Iglesia... xD
ResponderEliminarX, tú siempre tienes razón, pero hasta esos, el gobierno y la Iglesia, como dos instituciones que son, tienen que llegar a algún acuerdo y cada uno siempre tirando por sus intereses, si es que no hay forma... :) xDDDD
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