Nunca he tenido la oportunidad de conocerles, cuando llegué a estas tierras ya tenía una edad en la que las ilusiones eran otras y hacía tiempo que no pensaba que pudiera pedirle a nadie que hiciera algo por mí.
Con los años, he aprendido a apreciarles y a entender la maravillosa labor que llevais a cabo en nombre de la magia, la ilusión verdadera... el que empiece el año de forma dulce para tantas personas. Y no, ya sé que no os creó el Corte Inglés.
Me he portado bien este año, todo lo que he podido y mi mente me ha dejado. He metido la pata alguna vez, no puedo evitarlo. Pero no he hecho nada con mala intención, soy tonta entrenada y a veces me equivoco. Así que con 20 años de retraso, quiero pedir algo para mí hoy, sólo para mí. Pues ya mi hija hizo sus peticiones hace rato. Quiero sentirme aunque sea por un día como mi niña y descubrir por primera vez, que la magia existe y que si soy buena, valdrá para algo y seré recompensada por ello y se cumplirá mi pequeño deseo.
Mi niña y yo os hemos hecho galletas, espero que os gusten. Es el soborno que os dejo para que me hagais un poco de caso. Y si finalmente pasais de mi como todos los años, que sepais que no voy a dejar de ser buena por ello, pero el año próximo os dejaré galletas baratas marca la pava sonriente del super y sin agua.
:)
Segurísimo que te dejan algo... ¿una casa nueva?
ResponderEliminarPor cierto, las galletas están buenísimas.
Tan en cuenta que hay que pedir las cosas con mucha ilusión y a tí, la verdad, es que no se te ve muy convencida.
ResponderEliminarQue se te cumplan los deseos por muy grandes que sean, un beso
Leticia, efectivamente las galletas están sin duda muy ricas, sobre todo por quién las hizo y a los Reyes les han encantado. :) Los reyes que me van a dejar la casa, tienen otros nombres y tú vives con uno. Besos.
ResponderEliminarSerá eso, Rafael, que no lo pido con ilusión, que hasta en mis pensamientos a veces se me nota la desesperación. Que los reyes sean generosos contigo también. Un beso.
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