"Evitar los problemas que debes enfrentar es evitar la vida que tienes que vivir."
Paulo Coelho

sábado, 26 de octubre de 2013

Me olvidarás. De verdad.


Hay personas, que sin darnos un beso, son capaces de transmitir ese mal sabor de boca que deja el desamor, y que todos hemos degustado en algún momento, sin querer, por engaños del destino. Hay quien tiene el don de saber esconderse tras el cinismo y usan el sarcasmo cual tirita que esconde la herida. No es más que la nostalgia de la pérdida, la queja de un corazón que en realidad cree que si se cura, olvidará.
¿Y quién quiere olvidar a un gran amor, aunque duela?



Cuando sepas de mí

Cuando sepas de mí, tú disimula. No les cuentes que me conociste, ni que estuvimos juntos, no les expliques lo que yo fui para ti, ni lo que habríamos sido de no ser por los dos. Primero, porque jamás te creerían. Pensarán que exageras, que se te fue la mano con la medicación, que nada ni nadie pudo haber sido tan verdad ni tan cierto. Te tomarán por loca, se reirán de tu pena y te empujarán a seguir, que es la forma que tienen los demás de hacernos olvidar.


Cuando sepas de mí, tú calla y sonríe, jamás preguntes qué tal. Si me fue mal, ya se ocuparán de que te llegue. Y con todo lujo de detalles. Ya verás. Poco a poco, irán naufragando restos de mi historia contra la orilla de tu nueva vida, pedazos de recuerdos varados en la única playa del mundo sobre la que ya nunca más saldrá el sol. Y si me fue bien, tampoco tardarás mucho en enterarte, no te preocupes. Intentarán ensombrecer tu alegría echando mis supuestos éxitos como alcohol para tus heridas, y no dudarán en arrojártelo a quemarropa. Pero de nuevo te vendrá todo como a destiempo, inconexo y mal.


Qué sabrán ellos de tu alegría. Yo, que la he tenido entre mis manos y que la pude tutear como quien tutea a la felicidad, quizás. Pero ellos... nah. 


A lo que iba.  Nadie puede imaginar lo que sentirás cuando sepas de mí. Nadie puede ni debe, hazme caso. Sentirás el dolor de esa ecuación que creímos resuelta, por ser incapaz de despejarla hasta el final. Sentirás el incordio de esa pregunta que jamás supo cerrar su signo de interrogación. Sentirás un qué hubiera pasado si. Y sobre todo, sentirás que algo entre nosotros continuó creciendo incluso cuando nos separamos. Un algo tan grande como el vacío que dejamos al volver a ser dos. Un algo tan pequeño como el espacio que un sí le acaba siempre cediendo a un no.


Pero tú aguanta. Resiste. Hazte el favor. Háznoslo a los dos. Que no se te note. Que nadie descubra esos ojos tuyos subrayados con agua y sal.


Eso sí, cuando sepas de mí, intenta no dar portazo a mis recuerdos. Piensa que llevarán días, meses o puede que incluso años vagando y mendigando por ahí, abrazándose a cualquier excusa para poder pronunciarse, a la espera de que alguien los acogiese, los escuchase y les diese calor. Son aquellos recuerdos que fabricamos juntos, con las mismas manos con las que construimos un futuro que jamás fue, son esas anécdotas estúpidas que sólo nos hacen gracia a ti y a mí, escritas en un idioma que ya nadie practica, otra lengua muerta a manos de un paladar exquisito.


Dales cobijo. Préstales algo, cualquier cosa, aunque sólo sea tu atención. Porque si algún día sabes de mí, eso significará muchas cosas. La primera, que por mucho que lo intenté, no me pude ir tan lejos de ti como yo quería. La segunda, que por mucho que lo deseaste, tú tampoco pudiste quedarte tan cerca de donde alguna vez fuimos feliz. Sí, feliz. La tercera, que tu mundo y el mío siguen con pronóstico estable dentro de la gravedad. Y la cuarta, -por hacer la lista finita-, que cualquier resta es en realidad una suma disfrazada de cero, una vuelta a cualquier sitio menos al lugar del que se partió.


Nada de todo esto debería turbar ni alterar tu existencia el día que sepas de mí. Nada de todo esto debería dejarte mal. Piensa que tú y yo pudimos con todo. Piensa que todo se pudo y todo se tuvo, hasta el final. 


A partir de ahora, tú tranquila, que yo estaré bien. Me conformo con que algún día sepas de mí, me conformo con que alguien vuelva a morderte de alegría, me basta con saber que algún día mi nombre volverá a rozar tus oídos y a entornar tus labios. Esos que ahora abres ante cualquiera que cuente cosas sobre mí.


Por eso, cuando sepas de mí, no seas tonta y disimula. Haz ver que me olvidas. Y me acabarás olvidando.


De verdad.

Risto Mejide.

10 comentarios:

  1. Hola... Me ha gustado mucho, pero yo no estoy seguro de que alguien así sepa qué es realmente el Amor.
    me alegra reencontrarte.

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    1. Hola princesa, no me has perdido :) Sencillamente, ya no suelo venir por aquí y esto era demasiado largo para el Facebook. ¿Alguien así? Bueno, a mí también me ha sorprendido, quizás porque en el fondo todos juzgamos a otros inevitablemente pero quiero creer que todos estamos desnudos ante el amor verdadero y frágiles. Besos

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  2. ...pues lo podías haber escrito tú Lisset. ¡qué alegría saber de ti, guapa!

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    1. ¿Podría? :) No lo sé. Pero gracias por lo de guapa. A ti la sintonía te sienta genial. Te veo colorido. Besos.

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  3. ¿y cuál es la definición correcta del Amor? la tuya, la mía, la del artículo, la de los libros sagrados... ¿Quién conoce el amor verdadero? Cada uno tenemos el nuestro, el que nos enseñan, el que aprendemos, el que deseamos, el que anhelamos... Sí. Lisset, yo tambien creo en la desnudez del amor, pero me queda tanto que aprender...

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    1. No hay expertos en el amor. Siempre nos pilla desprevenidos, con la guardia baja, porque en más de una ocasión no lo buscábamos, y si lo hacíamos, nos sorprende dónde y con quién. Casi siempre, bien lejos de nuestros prejuicios. Un abrazo, Noemí.

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  4. ¡¡No sabía que hubieses vuelto a escribir!! Como dice tomae, una alegría volver a saber de ti.

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    1. Hola Zambu :) No se publican automáticamente, siempre te olvidas. Los tengo que aprobar yo. Me harté del spam. Besos.

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  5. Vengo de vez en cuando a leer este precioso texto ...es precioso Lisset, aunque duele leerlo.

    Un beso guapísima

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    1. Gracias, Tomae. Ya no tengo tiempo ni para leerme a mí misma... pero volveré. No sé cuándo, pero lo haré. Besos.

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